Desde que el 13 de octubre de 2011 se entregara concluido el frontal de los respiraderos, tras ser dorado y restaurada la madera con reposición de varias piezas por parte del taller de Miguel Santana Morato, los trabajos encaminados a llevar a cabo la restauración integral del paso procesional de Nuestro Padre Jesús de las Penas no han cesado.
Para el Domingo de Ramos de 2013 habían ya finalizado en el taller antes referido los trabajos de restauración y dorado de la totalidad de los respiraderos del paso del Señor, incluyendo maniguetas y esquinas. No obstante, no pudieron ser estrenados con motivo de la lluvia, lo que provocó que la hermandad no hiciera su anual estación de penitencia a la S.I.C.
Este último año, los trabajos se han centrado en el canasto del paso, y han consistido fundamentalmente en arreglos de carpintería en cada una de las piezas que lo componen, reponiendo los fragmentos y segmentos deteriorados o defectuosos, con reconstrucción de las faltas y carencias de algunos detalles ornamentales.
Igualmente, se han reparado grietas y defectos ocultos, plasteciendo con chirlatas y resina epoxi, sellando posteriormente con fibra de vidrio todas las juntas, uniones y retapes de madera con el fin de evitar la aparición de grietas tras el estucado. Dicho estucado se ha realizado con mezcla de sulfato de cal y cola animal «Toutin», aplicada en todas las superficies, retalladas y lijadas para evitar deformidades tras el dorado.
En cuanto al dorado del canasto, se ha realizado aplicando previamente tierras naturales «Bol» y «cola piscis», dando de esta forma con la mezcla un perfecto asiento al oro, cuyo tono es el denominado «sevillano» naranja doble.
Por tratarse de una restauración integral, se ha decidido recuperar la concepción original del canasto diseñado por José González de Eiris, que fuera ejecutado en 1929 por José Gil Ferrera en madera de caoba y pino.
El diseño original, tal y como fue ejecutado, incluía ornamentos con motivos frutales y florales, los cuales no se apreciaban tras anteriores dorados e intervenciones en el canasto.
Así, con la recuperación del canasto según la idea original de su diseñador, se ha pretendido dar un mayor esplendor y vistosidad a la obra en su conjunto, incluyendo respiraderos, cartelas y maniguetas, al tiempo que se tributa de esta forma un sentido y merecido homenaje a su autor.
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