ARCHICOFRADÍA SACRAMENTAL DE SAN ROQUE
¡Hoy 5 de Abril de 2020 es Domingo de Ramos!
Queridos Hermanos:
Hoy es Domingo de Ramos. Como todos los años haremos nuestra Estación de Penitencia.
Es cierto que es una Estación de penitencia diferente. Si! pero con un mismo sentido.
Jesús de las Penas volverá a llevar la Cruz. Por AMOR.
Jesús de las Penas morirá en la Cruz. Por AMOR
Lo hará por cada uno de nosotros.
Esta estación de penitencia en la que el sonido de la bulla, la música, el color de las flores y los tiempos de paso por la Carrera Oficial, han perdido su importancia. Es el momento de hacerla como Él. Con cada una de nuestras cruces, las del día a día.
En estos días que el mundo exterior parece que se ha parado, en que el ruido que proviene de fuera se ha suavizado y que el tiempo parece que hubiera desaparecido, es un buen momento para mirar en nuestro interior y escuchar a nuestro corazón, el cual nos habla, e incluso nos grita en ocasiones y no somos capaces de escuchar lo que nos quiere decir.
Es cierto que estamos viviendo situaciones complicadas, momentos en los cuales parece que no vamos a ninguna parte y que esta situación parece que no tiene fin; son estos momentos en los cuales no debemos perder la serenidad ni “La Esperanza”.
Cuando lleguen esos momentos de falta de ánimo y de esperanza debemos pensar en nuestros hermanos, en todos los que pueden estar viviendo situaciones más complicadas que las nuestras: hermanos con familiares fallecidos, hermanos postrados en la cama, hermanos que se encuentran en la UCI, en residencias, hermanos con problemas económicos o con falta de alimentos, tenemos que encomendarnos a Dios y su Santísima Madre.
De igual forma que cuando venimos por ese camino de regreso por Caballerizas o por calle Imperial y nos faltan las fuerzas para llegar a nuestra Parroquia y pensamos en ese hermano que va en las últimas parejas del último tramo con edad avanzada, o ese niño que por primera vez va a completar su primera Estación de Penitencia y nos cargamos de ánimo.
Pues ahí es donde Ntro. Padre Jesús de las Penas nos quiere, para por medio de nosotros cumplir con su Alianza. El Señor cuenta con nosotros, con nuestro consuelo, cercanía, ayuda y oración. Oración, como la que hace un padre de rodillas ante su hijo poniéndole las vueltas del cíngulo. Tal como lo había hecho su madre con él, esa oración que sale del corazón y que llega al corazón de Dios para arrancarle el sentimiento para que nos de lo que le pedimos.
Debemos pensar que todo lo que hagamos hacia los demás, eso no muere; al contrario, es el recorrido para nuestra Estación de Penitencia última.
El Señor no olvida… sólo olvida el pecado.
Este año en el que nuestra Estación de Penitencia no tendrá como fin la Santa Iglesia Catedral. Este año en el que La Gracia y Esperanza llegará mucho más allá: a barrios como la Puerta Osario, León XIII, Carmen Benítez, Barrio León, Sevilla Este o a cualquier otro sitio. Este año, que cuando pasemos espiritualmente por carrera oficial tendrán sitios en primera fila hermanos que dieron su vida por esto y que ya están en el palco del cielo.
Todo esto, sólo puede suceder cuando dejamos a un lado la voluntad humana y dejamos que entre la voluntad de Dios.
Es por ello hermano, que confiamos que Nuestra Señora de Gracia y Esperanza interceda ante su hijo para que en esta Estación de Penitencia tan diferente nos ayude a transformar nuestro corazón, para que seamos más generosos y nos entreguemos a los demás.
Dios no se reservó nada para Él, nos entregó a su hijo Jesús de las Penas y lo compartió con todos nosotros.
Un efusivo y fuerte abrazo para todos en Cristo Nuestro Señor.