La mañana amaneció esplendorosa en lo referente a lo meteorológico, viviéndose un gran ambiente durante toda la mañana en la Iglesia Parroquial de San Roque, con gran afluencia de público hasta que a las 13,30 horas se cerraban las puertas del templo, antes del inicio de los últimos preparativos para la salida de la cofradía.
Además de las representaciones de otras hermandades, tanto de la feligresía, del día, así como otras con las que la Hermandad de San Roque guarda una especial vinculación, se recibió la visita, entre otras, del Presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías.
Este año abría la cofradía, por primera vez y de forma totalmente desinteresada la Banda Juvenil de Cornetas y Tambores de la Centuria Romana de la Macarena.
Igualmente éste año se realizó un esfuerzo para cumplir con el horario establecido por el Consejo General de Hermandades y Cofradías, el cual fue posible gracias a la colaboración de todos los hermanos integrantes del cortejo, así como por la cuadrilla de costaleros, con su capataz Carlos Villanueva Granado al frente, con sus auxiliares.
En cuanto a representaciones, los Rvdos. PP. D. José Esteban Labrador de la Parte y D. Alvaro Martín Fuentes, de la Orden de San Agustín, acompañando al Señor de las Penas, haciéndolo en la presidencia del palio el párroco y director espiritual de la hermandad, Rvdo. P. D. Manuel Gordillo Cañas.
La representación municipal ante el palio corrió a cargo de la Delegada del Distrito Nervión Dª María Pía Halcón Bejarano, como testimonio de la vinculación entre el Excmo. Ayuntamiento y la Hermandad de San Roque. Previamente, el alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido Álvarez, acompañado por el Delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano López, cursaron ofrenda floral y visita a la hermandad.
Ante el monumento a Santa Ángela en San Pedro, la hermandad hizo su tradicional ofrenda floral.
Especialmente emotivo fue la entronización de los pasos de Nuestro Padre Jesús de las Penas y de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza ante las Madres Agustinas del Real Monasterio de San Leandro, para posteriormente seguir por la calle Caballerizas ya de retorno.
Finalmente, todo salió según lo previsto, tanto en lo meteorológico como en los compromisos adquiridos por la hermandad con el resto del día, culminando un gran Domingo de Ramos.
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